El hombre Invisible
Yo me río,
me sonrío
de los viejos poetas,
yo adoro toda
la poesía escrita,
todo el rocío,
luna, diamante, gota
de plata sumergida,
que fue mi antiguo hermano,
agregando a la rosa,
pero
me sonrío
siempre dicen <yo>,
a cada paso
les sucede algo,
es siempre <yo>,
por las calles
sólo ellos andan
o la dulce que aman,
nadie más,
no pasan pescadores,
ni libreros,
no pasan albañiles,
nadie se cae
de un andamio,
nadie sufre,
nadie ama,
solo mi pobre hermano,
el poeta,
a él le pasan
todas las cosas
y a su dulce querida,
nadie vive
sino él solo,
nadie llora de hambre
o de ira,
nadie sufre en sus versos
porque no puede
pagar el alquiler,
a nadie en poesía
echan a la calle
con camas y con sillas
y en las fábricas
tampoco pasa nada,
no pasa nada,
se hacen paraguas, copas,
armas, locomotoras,
se extraen minerales
rascando el infierno,
hay huelga,
vienen soldados,
disparan,
disparan contra el pueblo,
es decir,
contra la poesía,
y mi hermano
el poeta
estaba enamorado,
o sufría
porque sus sentimientos
son marinos,
ama los puertos
remotos, por sus nombres,
y escribe sobre océanos
que no conoce,
junto a la vida, repleta
como el maíz de granos,
él pasa sin saber
desgranarla,
él sube y baja
sin tocar la tierra,
o a veces
se siente profundísimo
y tenebroso,
él es tan grande
que no cabe en sí mismo,
se enreda y desenreda,
se declara maldito,
lleva con gran dificultad la cruz,
de las tinieblas,
piensa que es diferente
a todo el mundo,
todos los días come pan
pero no ha visto nunca
a un panadero
ni ha entrado a un sindicato
de panificadores,
y así mi pobre hermano
se hace oscuro,
se tuerce y se retuerce
y se halla
interesante,
interesante,
ésta es la palabra,
yo no soy superior
a mi hermano
pero sonrío,
porque voy por las calles
y sólo yo no existo,
la vida corre
como todos los ríos,
yo soy el único
invisible,
no hay misteriosas sombras,
no hay tinieblas,
todo el mundo me habla,
me quieren contar cosas,
me hablan de sus parientes,
de sus miserias
y de sus alegrías,
todos pasan y todos
me dicen algo,
y cuantas cosas hacen!:
cortan maderas, suben hilos eléctricos,
amasan hasta tarde en la noche
el pan de cada día,
con una lanza de hierro
perforan las entrañas
de la tierra
y convierten el hierro
en cerraduras,
suben al cielo y llevan
cartas, sollozos, besos,
en cada puerta
hay alguien,
nace alguno,
o me espera la que amo,
y yo paso y las cosas
me piden que las cante,
yo no tengo tiempo,
debo pensar en todo,
debo volver a casa,
pasar al Partido,
qué puedo hacer,
todo me pide
que hable,
todo me pide
que cante y cante siempre,
todo está lleno
de sueños y sonidos,
la vida es una caja
llena de cantos, se abre
y vuela y viene
una bandada
de pájaros
que quieren contarme algo
descansando en mis hombros,
la vida es una lucha
como un rio que avanza
y los hombres
quieren decirme,
decirte,
por qué luchan,
si mueren,
por qué mueren,
y yo paso y no tengo
tiempo para tantas vidas,
yo quiero
que todos vivan
en mi vida
y canten en mi canto,
yo no tengo importancia,
no tengo tiempo
para mis asuntos,
de noche y de día
debo anotar lo que pasa,
y no olvidar a nadie.
Es verdad que de pronto
me fatigo
y miro a las estrellas,
me tiendo en el pasto, pasa
un insecto color de violín,
pongo el brazo
sobre un pequeño seno
o bajo la cintura
de la dulce que amo,
y miro el terciopelo
duro
de la noche que tiembla
con sus constelaciones congeladas,
entonces
siento subir a mi alma
la ola de los misterios,
la infancia,
el llanto en los rincones,
la adolescencia triste,
y me da sueño,
y duermo
como un manzano,
me quedo dormido
de inmediato
con las estrellas o sin las estrellas,
con mi amor o sin ella,
y cuando me levanto
se fue la noche,
la calle ha despertado antes que yo,
a su trabajo
van las muchachas pobres,
los pescadores vuelven
del océano,
los mineros
van con zapatos nuevos
entrando en la mina,
todo vive,
todos pasan,
andan apresurados,
y yo tengo apenas tiempo
para vestirme,
yo tengo que correr:
ninguno puede
pasar sin que yo sepa
adónde va, qué cosa
le ha sucedido.
No puedo
sin la vida vivir,
sin el hombre ser hombre
y corro y veo y oigo
y canto,
las estrellas no tienen
nada que ver conmigo,
la soledad no tiene
flor ni fruto.
Dadme para mi vida
todas las vidas,
dadme todo el dolor
de todo el mundo,
yo voy a transformarlo
en esperanza.
Dadme
todas las alegrías,
aun las más secretas,
Porque si así no fuera,
como van a saberse?
Yo tengo que contarlas,
dadme
las luchas
de cada día
porque ellas son mi canto,
y así andaremos juntos,
codo a codo,
todos los hombres,
mi canto los reúne:
el canto del hombre invisible
que canta con todos los hombres.
Pablo Neruda |
The Invisible Man
I laugh,
I smile
at the old poets,
I adore all
the written poetry,
all the morning dew,
moon, diamond, drop
of submerged silver,
that my ancient brother was,
adding the rose,
but
I smile
they always say <I>,
at every step
something happens to them
it’s always <I>,
along the streets
only they walk
or the sweetheart they love,
no one else,
no fishermen pass by,
or booksellers,
no bricklayers pass by,
no one falls
from a scaffold,
no one suffers,
no one loves,
only my poor brother,
the poet,
to him happen
all things
and to his sweetheart,
no one lives,
just he alone,
no one cries of hunger
or of rage,
no one suffers in his verses
because they can’t
pay the rent,
nobody in poetry
is thrown into the street
with beds and with chairs
and in the factories
also nothing happens,
nothing’s going on,
umbrellas and glasses are made,
weapons, locomotives,
minerals are oared,
scraping into hell,
there’s a strike,
soldiers come,
they shoot,
they shoot against the people,
that is to say,
against poetry,
and my brother
the poet
was in love,
or he was suffering
because his feelings
are seafaring,
he loves the distant
ports, for their names,
and he writes about oceans
that he doesn’t know,
next to life, full
as a corn cob,
he walks by not knowing
how to pluck it,
he goes up and down,
without touching the earth,
or sometimes
he feels so deep,
and dark,
he is so large
he doesn’t fit inside of himself,
he tangles and untangles,
calls himself cursed,
carries his cross with great difficultly
in the darkness,
thinks he is different
from all in the world,
every day he eats bread,
but he has never seen
a baker
nor walked into
a baker’s guild,
and this way my poor brother
makes himself opaque,
he twists and turns
and finds himself
interesting,
interesting,
that is the word,
I am not superior
to my brother
but I smile,
because I walk the streets
and alone I do not exist,
life runs
like all the rivers,
I am the only one
invisible,
there are no mysterious shadows,
there is no darkness,
everyone speaks to me,
they want to tell me things,
they tell me of their relatives,
of their miseries
and their joys,
they all pass by and they all
tell me something,
and how many things they make!
they cut wood, they raise
electric wires,
they knead late into the night
the daily bread,
with an iron spear
they pierce the guts
of the earth
and they turn the iron
into keyholes,
they climb to heaven and take
letters, sobs, kisses,
at each door
there is someone,
someone’s born
or the one I love waits for me,
and I pass by and these things
are asking me that I sing of them,
I don’t have time,
I have to think about everything,
I must return home,
go past the game,
what can I do,
everything asks me
to speak,
everything asks me
to sing and always sing,
everything is full
of dreams and sounds,
life is a box
full of songs, it opens
and flies and approaches
a flock of birds
that want to tell me something
resting on my shoulders,
life is a struggle
like a river that runs
and the men
want to tell me
to tell you,
why they struggle,
if they die,
why they die,
and I pass by and don’t have
time for so many lives,
I want them
all to live
in my life
and to sing in my song,
I have no importance,
I have no time
for my business,
day and night
I must write of what goes on,
And not forget anyone.
It’s true that suddenly
I get tired
and look at the stars,
I lay down on the grass,
an violin colored insect passes,
I place the arm
over a small breast
or below the waist
of the sweet one that I love,
and I see the hard velvet
of the night that trembles
with its frozen constellations,
then
I feel rising in my soul
the wave of mysteries,
childhood,
the cries in the corners,
the sad adolescence,
and it makes me sleepy,
and I sleep
like an apple tree,
I fall asleep
right away
with the stars or without the stars,
with my love or without her,
and when I rise
the night has gone,
the street has awoken before me,
to its labor
the poor girls go,
the fishermen return
from the ocean,
the miners
go with new shoes
entering the mine,
all is alive,
all pass by,
they walk in a hurry,
and I hardly have time
to dress,
I have to run:
no one can
pass by without my knowing
where he’s going, what thing
has happened to him.
I cannot
without life live,
without man be a man
and I run and see and hear
and sing,
the stars have nothing
to do with me,
solitude has no
flower nor fruit.
Give me for my life
all the lives,
give me all the pain
of all the world,
I will transform it
into hope.
Give me
all the joys,
even the most secret,
because if not so,
How are they to be known?
I have to tell of them,
give me
the struggles
of each day
because they are my song,
and this way we will walk together,
arm in arm,
all men,
my song unites them:
the song of the invisible man
that sings with all men.
Pablo Neruda |